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COMO LLEGAR A CONVERTIRSE EN AGORAFÓBICO (CONSEJOS PARA LOS FAMILIARES)

Antes de nada, hay que tener en cuenta que un Agorafóbico no es alguien que llegue a donde está sin ningún esfuerzo y menos sin ninguna ayuda. LLeva años llegar a poder presumir de trastorno, y no se consigue sin esfuerzo y dedicación, por su parte, y por la de los que le rodean.
1. Siempre es importante, desde que nuestro aspirante tenga cierta autonomía (por ejemplo, desde que gatea, es decir, siendo muy niño) que si somos sus padres, demostremos una intensa preocupación y angustia, cada vez que el niño trata de distanciarse físicamente de nosotros. Esto conseguirá que el niño perciba el mundo como un lugar amenazante y terrorífico, en el que no podría sobrevivir ni un segundo sin nuestra presencia. Así pues, es fundamental conseguir reprimir el instinto de exploración de nuestro aspirante.
2. La alarma desaforada desde tierna edad respecto a las enfermedades de nuestro pequeño proyecto de agorafóbico, es fundamental para que se perciba como un ser enfermizo y frágil. Esto es aumentar aún mas si cabe la sensación de terror que tendrá cuando se encuentre solo o tenga que afrontar los malestares que se sucederán en su vida. Además, este aspecto de temor respecto al propio organismo conseguirá que su atención se focalice en cualquier cambio fisiológico que se produzca.
3. Una vez instaurado el terror, admitiremos la dependencia. Trataremos de evitarle a nuestro proyecto de agorafóbico, las malas experiencias, y le facilitaremos la vida en todo lo posible, de modo que nunca pueda habituarse ni tolerar las molestias derivadas de existir.
4. En caso de que veamos que está ganando en cualquier tipo de seguridad y/o autonomía (esto sería terrible para nuestro objetivo) lo sabotearemos de la manera mas sutil que podamos. Si piensa viajar, le plantearemos sutilmente los peligros que pueden existir, y le recordaremos que al no haberlo hecho nunca es posible que sucedan cosas tremendamente perjudiciales para él.
5. Siempre será beneficioso el hablar de los mal que están las cosas, de los objetos cercanos que ha detectado la NASA en nuestro sistema solar, del mal de las vacas locas, de la gripe aviar, de la muerte de las abejas, del agujero negro que va a crear el acelerador de partículas y que se tragará el universo entero, de los psicópatas que andan sueltos en la calle, de la antena de telefonía que han puesto en el edificio de enfrente, de la vacuna del papiloma, y de Rouco Varela. Todo esto generará la atmosfera con la que queremos llenar el ambiente de nuestro aspirante.
Si se aplican estas directrices desde la mas tierna infancia, somos constantes, y no permitimos que nuestro proyecto de agorafóbico entable relaciones perjudiciales para la consecución de su objetivo (todas las relaciones que no sean con papá y especialmente con mamá, potencialmente lo son), lograremos llegar a buen puerto.

6 comentarios:

Anónimo dijo...

SEÑOR... ME HA ABIERTO LOS OJOS... ESO HIZO MI MAMA CONMIGO, Y LO MISMO LO ESTOY REPITIENDO CON MIS HIJOS... AHORA... DIGAME QUE PUEDO HACER

todopsicologia dijo...

Bueno señora, antes de nada y si lo que me pregunta es respecto a sus hijos, TRANQUILIDAD. Independientemente de que esté preocupada por lo que pueda pasarles debe de mostrarse tranquila y no limitar su necesidad de explorar el mundo. Debe asumir que su miedo es suyo, y proteger a sus hijos lo justo y necesario para no evitarles ni las malas experiencias ni las equivocaciones.
Un saludo

arturo goicoechea dijo...

Extraordinarios consejos Jesús. Por qué no hay campañas de divulgación que recojan este tipo de recomendaciones, equivalentes a la insufrible campaña para protegerse del calor en verano...?

todopsicologia dijo...

Por motivos políticos supongo. Es poco pocular decir "deja que tus hijos sufran, solo van a crecer de esta forma". Estamos en una modo cultural que genera retrasos funcionales, en muchos casos, gentes incapaces de gestionar su propia vida.
Un saludo.

Ileana Medina dijo...

Es que yo creo que hay dos tipos de protección, y también dos etapas diferentes en la vida de nuestros hijos.

Y lo confundimos todo.

Hacemos todo lo contrario a lo que hay que hacer: o sea, cuando nuestro bebé de 9 meses pide compañía para dormir (lo que es fundamental para su seguridad) se la negamos. Y a la misma vez, cuando pide gatear y moverse, andar por la casa, explorar y tocar los objetos, también se lo negamos.

Cuando son bebés, y no son capaces todavía de tener noción del tiempo, y aún necesitan la presencia permanente de su madre, los dejamos 9 horas en una guardería.

Cuando son adolescentes, y quieren quedarse en casa de los amigos, entonces se lo negamos.

Es como si insistiéramos en llevarles siempre la contraria.

O sea, de los dos modos, aumentamos su inseguridad, y su posibilidad de ser agorafóbico u otros miles de trastornos psicológicos.

Es la fórmula perfecta para criar seres inseguros, miedosos, adictos, manipulables... (lo que no deja de convenirle al sistema: ya vimos la Epidemia de Gripe A, jejeje...)

Es que vamos en contra de los procesos naturales de la vida. Vamos al revés de sus propias necesidades, primero les negamos la seguridad que necesitan y luego les cortamos las alas que también necesitan.

Es interesante por ejemplo, lo que expone Jean Liedloff en el libro El concepto de continuum: ahí cuenta cómo los bebés de cierta tribu del Amazonas con la que ella convivió, van todo el día colgados de su madre, y a la vez, por ejemplo, juegan solos a la orilla del río.

De ella es esta frase: El alimento para sustentar el cuerpo y las caricias para alimentar el alma ni se ofrecen ni se niegan, sino que siempre están disponibles. Ofrecer a un niño más o menos ayuda de la que pide es perjudicial para su desarrollo." (Jean Liedloff).

Por lo menos, para reflexionar.

Gracias, Jesús. Un abrazo!!!

todopsicologia dijo...

Punto por punto y coma por coma de acuerdo.
Saludos y gracias a ti.