sábado

EL MIEDO

Miedo. Miedo a los espacios abiertos, a los lugares en los que no puedes controlar lo que te puede pasar. Miedo a hablar en público, a que cientos de ojos te observen, pendientes de cualquier error que puedas cometer. Miedo a estar solo/a, sin nadie con quien compartir tu vida. Miedo a que tu pareja te deje, a perder su amor. Miedo a dar tu opinión por temor a la burla. Miedo a comprometerte y que suponga un cambio en tu vida, la vida que te gusta. Miedo a equivocarte, a tomar la decisión que no te conviene, ¡me he equivocado!, ¿y ahora qué hago?. Miedo a engordar y que entonces no gustes a los hombres. Miedo a ser una mala madre o un mal padre. Miedo …miedo…miedo. Aquello que provoca sufrimiento es evitado. ¿Puede alguien tener todos estos miedos?. Si…puede. ¿Cómo se siente alguien con todos estos miedos y que evita toda situación que se lo provoque? ¿cómo cree qué se siente?. Tal vez…¿asfixiada, atrapada, limitada, dominada, con un pésimo concepto de si misma?. No es necesario reunir todos esos miedos para sentirnos de esa manera, sólo basta con sufrir un miedo que no podemos permitirnos tener, para que comience el circulo vicioso. Tenemos miedo y buscamos la forma de evitar que se presente ese miedo. Con la evitación de aquello que nos da miedo, lejos de mejorar, empeora. Acabamos dominados por él y sientiéndonos mal con nosotros mismos porque necesitamos que desaparezca. Sin embargo, se puede superar hasta el miedo más intenso. De esto nos habla Giorgio Nardone en su libro “Más allá del miedo”. (Paidós). Sea cuál sea nuestro miedo, no es más que una creación de nuestra mente y si nosotros lo hemos creado, nosotros lo podemos hacer desaparecer. En este libro encontrará las claves para superar tu miedo.

jueves

¿ES POSIBLE VIVIR SIN MIEDO?

La respuesta a esta pregunta es sencilla: NO. Sería suicida. Sería una estupidez de la naturaleza (que todo hay que decirlo, no suele hacer muchas). El miedo no es sino información muy útil sobre nosotros mismos y el mundo. Nos suele informar de los límites, de nuestros límites. Al igual que el dolor, que no es agradable de sentir, tiene una función fundamental: protegernos.
En los humanos, la protección se extiende a "objetos" y situaciones abstractas. El miedo al fracaso o al ridículo son experimentados, al igual que el miedo al daño físico, en el cuerpo y mediante el cuerpo. Por tanto, existen una serie de significados, es decir, de construcciones lingüisticas, que pueden provocarnos desde aprensión hasta terror y pánico.
Lo que si podemos hacer es ser conscientes de estos significados, y su relación con nuestra forma de pensar y nuestra conducta. Si entendemos que nuestra forma de pensar tiene mas que ver con el miedo que sentimos, y con nuestras inseguridades por cosas que nos pasan en nuestra vida, que con las catástrofes que nuestro pensamiento anticipa, podremos variar nuestra conducta y confrontar las situaciones anticipadas como catastróficas. Al enfrentarlas, y seguramente no tener los anticipados resultados catastróficos, nuestros límites quedarán mas lejos, seremos mas libres, y
la intensidad del miedo será menor cada vez.