En la situación actual, sospecho que una gran parte de la población vive con el miedo a cuestas. La Gripe A, la crisis económica, el terrorismo, son asuntos con los que el ciudadano medio tiene que convivir, desde que se levanta hasta que se acuesta, a no ser que consiga no entrar en contacto con nadie durante el día, ni con ningún medio de comunicación. Sospecho que en un principio el consumo de pastillas tranquilizantes tiene que haberse incrementado, ya que una parte de la población no es consciente de a que se debe su estado anímico y ni siquiera lo reconocen como tal, es decir, muchas personas creen que lo que les pasa hay que tratarlo como a una enfermedad médica mas. Seguramente también habrán aumentado las consultas por ataques de pánico y crisis de angustia. Y seguramente unos y otros, hagan lo que hagan, de continuar las cosas en el estado actual, acaben adaptándose a la situación y mejoraran su estado emocional, hayan consumido medicación, acudido al psquiatra o al psicólogo o hayan seguido su vida como si tal cosa.
En la historia existen varios ejemplos de lo que quiero decir. Cuando Hitler trató de que Inglaterra se ridiera mediante el bombardeo sistemático de sus ciudades, especialmente de Londres, pensó que aterrorizaría a la población y conseguiría su objetivo. Hitler demostró tener muy poco conocimiento de como funciona el miedo. A las dos semanas, día arriba, día abajo, de bombardeos diarios, la población Londinense ya se había adaptado a la sensación de miedo, por lo que salvo en los periodos de bombardeo, seguían con su vida normalmente.

El miedo, es tal, en tanto en cuanto NO ES LA NORMA Y NO SE DA CON CONTINUIDAD. Por eso un "ataque de pánico" no dura nunca mas allá de media hora. Por eso, si hay algún interés especial en presentar la realidad de la manera en que se está haciendo, se va a tener que cambiar de estrategia. Ya sea el interés, el manipular a las personas para que consuman, ahorren, se queden en casa, tomen precauciones o compren coches, el estar inmersos en una continua alarma, hace que se habituen y por tanto lleguen a no sentir temor y a no reaccionar ante lo que podrían ser amenazas reales. Si, efectivemente, el cuento de "Que viene el lobo.....", tiene mucho que ver con la realidad de lo que somos y de como funcionamos, en relación con una emoción que nos es imprescindible y connatural, EL MIEDO.