Para empezar a solucionar un problema, es fundamental en primer lugar reconocerlo y una vez hecho esto, tratar de entender en que consiste.
En nuestra consulta de psicología no tratamos con la ansiedad como una parte de la experiencia a erradicar. Al contrarío. En la mayor parte de los casos nos ceñimos a la etimología de la palabra síntoma (SEÑAL). La ansiedad es la forma en que se denomina a la señal. Así pues,ansiedad es la etiqueta con la que hemos denominado a todas las señales físiológicas, cognitivas y conductuales, habitualmente desagradables, con que se manifiesta una emoción (el miedo, el pánico y/o la angustia).
Podría pensarse que sería deseable el hacer desaparecer el dolor en una enfermedad, pero en muchos casos el hacer esto supondría el empeoramiento del paciente, e incluso su fallecimiento, puesto que el dolor en la mayor parte de las ocasiones es un síntoma, una señal de que algo funciona mal, de que existe una amenaza, y el trabajo del médico consiste en extraer toda la información de ese síntoma, de ese dolor, para poner una solución al problema. Por otra parte el dolor es el que hace que la persona se mueva para buscar una explicación a lo que ocurre y por tanto una solución. Sin dolor, no sobreviviríamos mucho tiempo.
Siguiendo esta lógica, habrá que observar detenidamente el síntoma, la ansiedad, cuando se produce momento a momento, con quien, a que hora y en que situación. De esta forma, buscamos un patrón que nos ayude a entender que nos dice de la persona y su situación, ese síntoma tan desagradable.