Para empezar a solucionar un problema, es fundamental en primer lugar reconocerlo y una vez hecho esto, tratar de entender en que consiste.
En nuestra consulta de psicología no tratamos con la ansiedad como una parte de la experiencia a erradicar. Al contrarío. En la mayor parte de los casos nos ceñimos a la etimología de la palabra síntoma (SEÑAL). La ansiedad es la forma en que se denomina a la señal. Así pues,ansiedad es la etiqueta con la que hemos denominado a todas las señales físiológicas, cognitivas y conductuales, habitualmente desagradables, con que se manifiesta una emoción (el miedo, el pánico y/o la angustia).
Podría pensarse que sería deseable el hacer desaparecer el dolor en una enfermedad, pero en muchos casos el hacer esto supondría el empeoramiento del paciente, e incluso su fallecimiento, puesto que el dolor en la mayor parte de las ocasiones es un síntoma, una señal de que algo funciona mal, de que existe una amenaza, y el trabajo del médico consiste en extraer toda la información de ese síntoma, de ese dolor, para poner una solución al problema. Por otra parte el dolor es el que hace que la persona se mueva para buscar una explicación a lo que ocurre y por tanto una solución. Sin dolor, no sobreviviríamos mucho tiempo.
Siguiendo esta lógica, habrá que observar detenidamente el síntoma, la ansiedad, cuando se produce momento a momento, con quien, a que hora y en que situación. De esta forma, buscamos un patrón que nos ayude a entender que nos dice de la persona y su situación, ese síntoma tan desagradable.
martes
EL MIEDO AL MIEDO
¿Paradójico verdad?. Pues habitualmente es lo que produce un bucle del que es ciertamente complicado salir. La persona empieza a temer sufrir otro ataque mas y por tanto cada vez limita en mayor medida los ambientes y contextos a los que se permite ir. Como la vivencia, como ya hemos comentado en entradas anteriores, no es de estar teniendo miedo o terror, sino de estar sufriendo un ataque, que parece absolutamente aleatorio y sin relación con ninguna circunstancia concreta, la persona realiza un proceso que dadas sus circunstancias, es lógico. Asocia el malestar, el ataque, al contexto físico en el que se produce. Si está en un centro comercial, decide no volver a ir, por miedo a sufrir otro ataque (en realidad, por miedo a volver a sentir miedo). Si se produce en el coche, deja de conducir. Si se produce en la calle, tratará de salir a la calle lo menos que pueda.
En definitiva, limitará cada vez mas su vida, hasta llegar, en algunos casos, a recluirse en su casa.
¿Soluciones?. Creo que lo fundamental, lo esencial, es empezar por hablar del miedo. Entonces habrá que preguntarse a que se tiene miedo, y en último término se terminará hablando de lo que sucede y ha sucedido, en la vida de la persona cuando comenzaron los “ataques”. Habitualmente, este tipo de caso suele tener una mejor evolución, cuanto antes acude a consulta, y cuanto mas se implica la persona en su propia mejoría, cosa que en muchas ocasiones suele ser parte del trabajo del profesional encargado de hacer la terapia. Las soluciones farmacológicas, para estos casos, son especialmente desaconsejables, puesto que tienden a cronificar el problema, además de no llegar nunca a estar bajo la comprensión de los motivos que originaron los temores. Solo en algunos casos donde existan otros síntomas será recomendable la terapia farmacológica.
Los ataques de pánico son muy desagradables, ahora bien, si usted esta sufriéndolos, lo peor que le podía pasar le está pasando ya, a no ser que tome decisiones del tipo que mencionaba antes, en cuyo caso su calidad de vida se verá seriamente afectada.
En definitiva, limitará cada vez mas su vida, hasta llegar, en algunos casos, a recluirse en su casa.
¿Soluciones?. Creo que lo fundamental, lo esencial, es empezar por hablar del miedo. Entonces habrá que preguntarse a que se tiene miedo, y en último término se terminará hablando de lo que sucede y ha sucedido, en la vida de la persona cuando comenzaron los “ataques”. Habitualmente, este tipo de caso suele tener una mejor evolución, cuanto antes acude a consulta, y cuanto mas se implica la persona en su propia mejoría, cosa que en muchas ocasiones suele ser parte del trabajo del profesional encargado de hacer la terapia. Las soluciones farmacológicas, para estos casos, son especialmente desaconsejables, puesto que tienden a cronificar el problema, además de no llegar nunca a estar bajo la comprensión de los motivos que originaron los temores. Solo en algunos casos donde existan otros síntomas será recomendable la terapia farmacológica.
Los ataques de pánico son muy desagradables, ahora bien, si usted esta sufriéndolos, lo peor que le podía pasar le está pasando ya, a no ser que tome decisiones del tipo que mencionaba antes, en cuyo caso su calidad de vida se verá seriamente afectada.
domingo
ATAQUE DE PÁNICO
Perdido en esta selva, ya no podés zafar
El sistema te ha ganado, te sacaron libertad
Sentís que falta el aire, la vida te ha colmado y ahora estás atrapado
Se vuelve demasiado, pensás que va aflojar
El cambio es la esperanza, por eso te aguantás
Ahora ya es tarde, vos ya te acostumbraste
y ahora sos un desastre
Estás al caer y la salida se está cerrando
Ataque de pánico
Estás tan solo y tanta gente te está rodeando
Ataque de pánico
Vos seguís buscando por toda la ciudad
tratando de encontrar algo que te haga olvidar
Ahora ya jalaste, pero no te escapaste y ahora sos un desastre
Estás al caer y la salida se está cerrando
Ataque de pánico
Estás tan solo y tanta gente te está rodeando
Ataque de pánico
Vos lo sabes, no es un juego es un complot
Ataque de pánico
Basta de actuar hay mucha furia que va a soltarse
Ataque de pánico
Vos lo sabes, no es un juego es un complot
Ataque de pánico
Basta de actuar hay mucha furia que va a soltarse
¿Cuándo vas a reaccionar?
El sistema te ha ganado, te sacaron libertad
Sentís que falta el aire, la vida te ha colmado y ahora estás atrapado
Se vuelve demasiado, pensás que va aflojar
El cambio es la esperanza, por eso te aguantás
Ahora ya es tarde, vos ya te acostumbraste
y ahora sos un desastre
Estás al caer y la salida se está cerrando
Ataque de pánico
Estás tan solo y tanta gente te está rodeando
Ataque de pánico
Vos seguís buscando por toda la ciudad
tratando de encontrar algo que te haga olvidar
Ahora ya jalaste, pero no te escapaste y ahora sos un desastre
Estás al caer y la salida se está cerrando
Ataque de pánico
Estás tan solo y tanta gente te está rodeando
Ataque de pánico
Vos lo sabes, no es un juego es un complot
Ataque de pánico
Basta de actuar hay mucha furia que va a soltarse
Ataque de pánico
Vos lo sabes, no es un juego es un complot
Ataque de pánico
Basta de actuar hay mucha furia que va a soltarse
¿Cuándo vas a reaccionar?
lunes
EVITAR LA EVITACIÓN
Sabemos con seguridad que uno de los factores que incrementan el miedo, es evitar el objeto aparente de nuestro temor. Un tipo muy común de evitación es el perfeccionismo.
Hay personas que hacen un esfuerzo enorme por hacer las cosas bien, hasta el mas mínimo detalle, cosa que no estaría mal, si ese esfuerzo les llevara a un punto donde el sufrimiento y el cansancio hacen que abandonen lo que sea que estén haciendo. ¿Han probado alguna vez a equivocarse intencionadamente y ver si el mundo realmente se hunde?.
Hace un tiempo un famoso pedagogo decía que hay que dejar que los niños y los jóvenes tengan la experiencia de fracasar y de suspender, puesto que esto hace que pierdan temores. El fallo, la equivocación y el suspenso, es parte fundamental del aprendizaje, así que si no toleramos, experimentamos, y convivimos con ello, no podremos nunca tener una carrera muy larga, nos agotaremos en una estúpida carrera de velocidad sin sentido.
Desde luego, el que un trabajador diga la frase “upssss, ahora no me acuerdo si........” “o la exclamación “....mi madre¡¡¡¡, creo que me olvidé de....” no tiene el mismo sentido ni importancia si la dice un controlador de la NASA durante el despegue de un cohete, que cuando está en el simulador, o un cirujano mientras está operando, en controposición con un reponedor de supermercado. Unos contextos para estas frases o exclamaciones dan mas miedo que otros, seguro, así que las equivocaciones intencionadas, POR FAVOR, en contextos cuyas consecuencias sean potencialmente NO DESASTROSAS. Que miedo se pasa dando algunos consejos....
Hay personas que hacen un esfuerzo enorme por hacer las cosas bien, hasta el mas mínimo detalle, cosa que no estaría mal, si ese esfuerzo les llevara a un punto donde el sufrimiento y el cansancio hacen que abandonen lo que sea que estén haciendo. ¿Han probado alguna vez a equivocarse intencionadamente y ver si el mundo realmente se hunde?.
Hace un tiempo un famoso pedagogo decía que hay que dejar que los niños y los jóvenes tengan la experiencia de fracasar y de suspender, puesto que esto hace que pierdan temores. El fallo, la equivocación y el suspenso, es parte fundamental del aprendizaje, así que si no toleramos, experimentamos, y convivimos con ello, no podremos nunca tener una carrera muy larga, nos agotaremos en una estúpida carrera de velocidad sin sentido.
Desde luego, el que un trabajador diga la frase “upssss, ahora no me acuerdo si........” “o la exclamación “....mi madre¡¡¡¡, creo que me olvidé de....” no tiene el mismo sentido ni importancia si la dice un controlador de la NASA durante el despegue de un cohete, que cuando está en el simulador, o un cirujano mientras está operando, en controposición con un reponedor de supermercado. Unos contextos para estas frases o exclamaciones dan mas miedo que otros, seguro, así que las equivocaciones intencionadas, POR FAVOR, en contextos cuyas consecuencias sean potencialmente NO DESASTROSAS. Que miedo se pasa dando algunos consejos....
LA CONFUSIÓN Y EL MIEDO
“La expresión mas frecuente del miedo en un bebé implica la ansiedad ante extraños, en la que un bebé muestra miedo y cautela ante desconocidos. Sin embargo, no todos los bebés muestran angustia cuando se encuentran con un extraño, y que el niño muestre ansiedad ante los extraños también depende del contexto social y las características del extraño.”. Este párrafo lo cito textualmente de un libro de texto de psicología.
El lenguaje experto ha contribuido de forma decisiva a que las personas queden indefensas ante situaciones que de otra forma podrían manejar o al menos comprender sin ninguna dificultad.
El párrafo anterior es una muestra de ello. La primera frase contiene todo el caótico y desorientador mensaje que acaba transmitiendo el lenguaje experto. Veamos el motivo:
ansiedad es según el RAE: estado de agitación, inquietud o zozobra del ánimo. Angustia que suele acompañar a muchas enfermedades, en particular a ciertas neurosis y que no permite sosiego a los enfermos.
Es decir, pensándolo bien, ansiedad y miedo (o al menos toda su amplia “tonalidad” emocional) son palabras que vienen a decir lo mismo. Un ser humano ansioso es lo mismo que un ser humano con aprensión, miedo y/o angustia.
Claro que, si empleamos la palabra miedo parece que no acabamos diciendo nada, aunque es evidente que de esta manera, una supuesta patología del agente, pasaría a reconvertirse en una situación particular, de características peculiares, que interactúa con las características del agente.
Veamos como cambia el párrafo deconstruyendo el lenguaje experto, convirtiéndolo en palabras llanas y comprensibles, es decir, hablando con propiedad.
La expresión mas frecuente del miedo en un bebé implica la inquietud ante extraños (pues claro, añadiría yo, también les pasa a los adultos....), en la que un bebé muestra miedo y cautela ante desconocidos. Sin embargo, no todos los bebes se asustan ante los extraños ya que depende de como se le haya educado, y como sea su entorno social, y de las características de los extraños, el que un bebé sienta miedo ante ellos. A esto se le llama PEROGRULLO. El primer párrafo está escrito para parecer técnico, pero si se piensa bien, acaba pareciendo tan técnico que es posible que algunos padres piensen en su hijo ansioso y piensen que está trastornado o enfermo.
Lo mismo pasa con los adultos. Si se simplifica el lenguaje, se sustituye la palabra ansiedad por miedo o pánico, habrá que preguntarse en relación con qué se produce. El responder que no hay motivo, no indica sino la incapacidad para encontrar una respuesta. El psicólogo en colaboración con su cliente, paciente o usuario, debería de ser capaz de ayudar a encontrarla. Bajo mi punto de vista, el no realizar esta tarea y pretender eliminar la ansiedad como ente abstracto, no solo no es posible, ya que si se consigue eliminar será algo connatural a su naturaleza y/o circunstancial, sino perjudicial, por la pérdida de una oportunidad única para comprenderse, entenderse, mejor.
martes
AFRONTAR EL MIEDO
Una vez reconocido el miedo, nos toca afrontarlo. En el fondo todos sabemos que sólo de esa forma podremos superarlo. Lo hemos visto en películas, nos lo han dicho nuestros amigos, nos lo dice nuestra pareja, lo leemos en los libros. Sin embargo, no es una tarea fácil. Afrontar el miedo demanda energía por nuestra parte. Hay que dedicarle tiempo y esfuerzo. Cuando se siente miedo a algo concreto, pongamos por ejemplo, miedo a hablar en público, sufrimos pensando en lo que ocurrirá cuando tengamos que hacerlo. La emoción y el cuerpo están inevitablemente unidos. En el caso del miedo a hablar en público su presentación física se caracteriza por temblor de voz, sudores, temblor de manos, etc. Sólo imaginar lo que puede ocurrir cuando estemos en plena exposición nos aterra. No podremos controlar los síntomas del miedo. En algunos casos, existen personas que se pueden permitir tener miedo a hablar en público, así como otros miedos distintos, ya que, es algo que no necesitan hacer para subsistir. Pero en el caso de que nuestro trabajo requiera de la exposición al público, no podremos evitarlo y tendremos que superarlo.
Afrontarlo. Pero la cuestión es, ¿cómo lo afrontamos?. Existen dos formas de afrontamiento, una de ellas consiste en “agarrar el toro por los cuernos”, inundarse en su propio miedo aceptando las consecuencias de lo que ocurra y repetir la inundación siempre que se presente la ocasión. El tiempo y su fuerza de voluntad darán resultados muy positivos. Los síntomas del miedo se reducirán considerablemente. La otra forma consiste en un entrenamiento. Una desensibilización a la situación. En este caso irá paso a paso. Empezará practicando la charla en solitario que le servirá para afianzar sus ideas y su forma de comunicarlas. En el siguiente paso tendrá que practicarla delante de una sola persona cercana para usted. En una tercera ocasión la puede practicar con tres o cuatro personas. Y así, hasta reunir un pequeño grupo de personas, con el que pueda hacer un ensayo que se acerque lo más posible a la realidad. De esta manera no sólo desarrollaremos estrategias propias sino que nos iremos acostumbrando a la situación y la respuesta del miedo se reducirá. Lo que debe tener claro es, que si no llega hasta el final nunca podrá superarlo, por tanto, en sus manos está.
Afrontarlo. Pero la cuestión es, ¿cómo lo afrontamos?. Existen dos formas de afrontamiento, una de ellas consiste en “agarrar el toro por los cuernos”, inundarse en su propio miedo aceptando las consecuencias de lo que ocurra y repetir la inundación siempre que se presente la ocasión. El tiempo y su fuerza de voluntad darán resultados muy positivos. Los síntomas del miedo se reducirán considerablemente. La otra forma consiste en un entrenamiento. Una desensibilización a la situación. En este caso irá paso a paso. Empezará practicando la charla en solitario que le servirá para afianzar sus ideas y su forma de comunicarlas. En el siguiente paso tendrá que practicarla delante de una sola persona cercana para usted. En una tercera ocasión la puede practicar con tres o cuatro personas. Y así, hasta reunir un pequeño grupo de personas, con el que pueda hacer un ensayo que se acerque lo más posible a la realidad. De esta manera no sólo desarrollaremos estrategias propias sino que nos iremos acostumbrando a la situación y la respuesta del miedo se reducirá. Lo que debe tener claro es, que si no llega hasta el final nunca podrá superarlo, por tanto, en sus manos está.
¿COMO PUEDO SUPERAR EL MIEDO?
El paso primordial, esencial, crítico, es reconocerlo. Hablamos de ansiedad, de nervios, de dolores, pero raramente decimos que tenemos miedo o que estamos aterrorizados. De esta forma es muy difícil que afrontemos un problema que no sabemos en que consiste ni en que radica.
Para solucionar cualquier problema, suele ser importante saber de que se compone, que partes tiene, como se articula, para poder implementar una buena solución.
Con los ataques de pánico, con las crisis de ansiedad, sucede que el lenguaje empleado no hace sino empeorar el problema. Hablamos de ansiedad y de nervios ¿pero alguien conoce una definición de esas dos palabras que aporte información valiosa para poder afrontarlo?. Es una información tan pobre y tan básica que lo inmediato que a uno se le ocurre, es que tendrá que medicarse para quitarse esa enfermedad que a uno le viene sin saber de donde ni en relación con que.
Sin embargo, si comenzamos a hablar de miedo, si lo que nos ocurre a nivel de síntomas, de señales, es coherente con que sentimos miedo, habrá que preguntarse a que estamos temiendo. Y esto es básico para poder hacer algo al respecto.
Si descubrimos que tenemos miedo porque siempre hemos afrontado las situaciones de nuestra vida apoyándonos en alguien que percibíamos como seguro, es posible que lleguemos a la conclusión de que ya es hora de comenzar a afrontar determinadas cosas sin estos apoyos. Porque la única forma de superar un miedo, es afrontándolo. Pero, siguiendo lo dicho, primero habrá que llegar a la conclusión de que todos los síntomas que se sufren son coherentes con alguien que está asustado y/o aterrorizado, y esto, desde luego, no es fácil, puesto que seguramente empleamos mucha energía en no querer reconocerlo.
Para solucionar cualquier problema, suele ser importante saber de que se compone, que partes tiene, como se articula, para poder implementar una buena solución.
Con los ataques de pánico, con las crisis de ansiedad, sucede que el lenguaje empleado no hace sino empeorar el problema. Hablamos de ansiedad y de nervios ¿pero alguien conoce una definición de esas dos palabras que aporte información valiosa para poder afrontarlo?. Es una información tan pobre y tan básica que lo inmediato que a uno se le ocurre, es que tendrá que medicarse para quitarse esa enfermedad que a uno le viene sin saber de donde ni en relación con que.
Sin embargo, si comenzamos a hablar de miedo, si lo que nos ocurre a nivel de síntomas, de señales, es coherente con que sentimos miedo, habrá que preguntarse a que estamos temiendo. Y esto es básico para poder hacer algo al respecto.
Si descubrimos que tenemos miedo porque siempre hemos afrontado las situaciones de nuestra vida apoyándonos en alguien que percibíamos como seguro, es posible que lleguemos a la conclusión de que ya es hora de comenzar a afrontar determinadas cosas sin estos apoyos. Porque la única forma de superar un miedo, es afrontándolo. Pero, siguiendo lo dicho, primero habrá que llegar a la conclusión de que todos los síntomas que se sufren son coherentes con alguien que está asustado y/o aterrorizado, y esto, desde luego, no es fácil, puesto que seguramente empleamos mucha energía en no querer reconocerlo.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)